Este vino se elabora con uvas provenientes de viñedos ubicados principalmente en la Primera Zona. Influenciada por los vientos que descienden de la Cordillera de los Andes y su menor altitud, esta región es una de las más frescas de la vitivinicultura argentina y suele sufrir heladas tardías durante la brotación. Estas condiciones también favorecen una gran amplitud térmica. La mayoría de los viñedos son viejos y de regadío tradicional, con suelos francos relativamente pesados ​​y profundos. La temporada 2022 estuvo marcada por un verano levemente más cálido que 2021, con amplia amplitud térmica en el Valle
de Uco. En otoño, las temperaturas bajaron considerablemente, con las primeras heladas del 30 y 31 de marzo apresurando la cosecha principalmente en el Valle de Uco. Las precipitaciones volvieron a concentrarse durante febrero, con precipitaciones anuales por debajo de los registros históricos. Esta condición dio como resultado una cosecha excepcional en cuanto a calidad y sanidad con un equilibrado desarrollo y evolución de la maduración de vinos tintos y extraordinarios vinos blancos que destacan por su frescura dado su equilibrio azúcar/acidez.