Cuando la familia Cinzano llegó en 1973, la mayor parte del vino embotellado en Montalcino era Brunello. Una segunda denominación, «Vino Rosso dai Vigneti di Brunello», se utilizó localmente para mejorar la imagen del vino, vendido principalmente a granel. El conde Alberto Marone Cinzano decidió que era el vino ideal para beber a diario. Solía ​​decir: «Es el Sangiovese joven que bebo a la hora del almuerzo». En 1976, tres años después, Col d’Orcia ya representaba más de la mitad de la producción de «Rosso» en Montalcino. Gracias a los esfuerzos de Col d’Orcia en 1983, Rosso di Montalcino se convirtió en un vino DOC por Decreto del Presidente de la República Italiana.
Rosso di Montalcino es ahora un vino clásico, elaborado con uvas Sangiovese puras, lanzado al mercado un año después de la cosecha para conservar toda la frescura y frutosidad de un vino joven y, al mismo tiempo, la intensidad que solo el terroir de Montalcino es capaz de ofrecer.